Con un brillante desfile, una eucaristía y una vigilia, los penquistas agradecen la presencia de San Juan Bosco, cuya reliquia fue venerada por miles de personas.
Desde muy temprano el domingo 12, los directivos, profesores, padres y alumnos del Colegio Salesiano se movilizaron hacia el centro de la ciudad, para participar en el desfile como parte del programa de la visita de la reliquia de San Juan Bosco, a la zona. La lluvia de la madrugada ni el frío amilanaron los ánimos y con mucha formalidad todos se dieron cita en la Plaza Independencia de Concepción. En una tribuna de honor se hallaban las autoridades presididas por monseñor Ezzati y de la Congregación Salesiana, encabezadas por el padre inspector en Chile, Leonardo Santibáñez. Estuvieron presentes también algunas autoridades de la comunidad.
El desfile contó con la permanente acción de la banda del colegio. Concluida la ceremonia los asistentes se dirigieron hasta la catedral, donde se celebró la eucaristía que presidió monseñor Ezzati y concelebraron varios sacerdotes, en su mayoría salesianos. La urna con la reliquia de Don Bosco fue instalada en el Presbiterio, permaneciendo escoltada por grupos de alumnos.
El arzobispo reflexionó sobre la vida y obra de San Juan Bosco, planteando ¿Qué nos enseña este gigante de la santidad de la Iglesia? Abordó especialmente sobre su mensaje como “herencia preciosa” para la vida de cristianos. Dijo que Don Bosco invita al encuentro con el Señor, cimiento y fundamento de una vida sólida y realizada. Recordó que esto lo aprendió desde niño y que fue, además, el fundamento de su vida humana y sacerdotal. Agregó que los tres amores de Don Bosco son la eucaristía, la Virgen Auxiliadora y los pastores de la Iglesia. Resaltó que el sistema educativo pastoral impulsado por el santo, tiene también un sólido fundamento en la eucaristía. “Sin eucaristía no hay Iglesia; sin eucaristía no hay misión eclesial y sin eucaristía no hay misión salesiana”, afirmó Monseñor.
Hizo notar que Don Bosco enseña a cuidar el tesoro de la humanidad y su patrimonio más grande: los jóvenes y sus familias. “Don Bosco nos invitar a valorar a los jóvenes y lo positivo que hay en ellos; a creer que son capaces de cosas grandes y de santidad”, mencionando como testigos de su escuela a Santo Domingo Savio, Beata Laura Vicuña, Beato Ceferino Numuncurá, los beatos mártires jóvenes polacos y tantos otros.
Manifestó también que tener presente la reliquia de San Juan Bosco en la catedral de Concepción es una gracia del Señor. “Nos acompaña el testimonio de este gran santo, un santo que soñó y amó a la ciudad y a la cual envió a sus hijos” y pidió su intercesión, para que sus enseñanzas sepan fructificar en el amor.
Al término de la eucaristía, el Inspector de la Congregación Salesiana en Chile, padre Leonardo Santibáñez, intervino para agradecer a las familias salesianas de Concepción, Talca y Linares y especialmente a monseñor Ricardo Ezzati por la compañía constante que ha dado a la familia salesiana en el país. “La figura de este obispo salesiano habla muy bien del amor que San Juan Bosco tenía a la Iglesia y al Papa”, indicó. Las actividades continuaron con una vigilia en el colegio Salesiano.
miércoles, 15 de julio de 2009
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